Abrazar para sanar. Milagroso.
En la pareja, en la familia, con los amigos... Fácilmente caemos en la individualidad, la distancia emocional aún estando juntos.
Caemos en dejarnos arrastrar por las preocupaciones, los problemas, los miedos, la desconfianza, las obsesiones... Caemos en llevar una vida de tortura personal que nos arrastra a un abismo del que difícilmente vamos a poder salir,al menos, sin ayuda.
Cuando los pensamientos negativos dominan nuestra mente y con ello nuestra existencia, es complicado el cambio. Hay que aprender a manejarnos a nosotros mismos. La teoría está muy bien pero esto puede costar tiempo y esfuerzo.
Hay que cargar la artillería de recursos que tenemos al alcance, de los que no somos ni conscientes y ponerlos en práctica cuando sea necesario.
Un recurso muy potente es abrazar y ser abrazado
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El abrazo es saludable, favorece el sistema inmunitario, te mantiene sano, cura la depresión, reduce el estrés, induce al sueño,, vigoriza, rejuvenece, no tiene efectos colaterales indeseables...en una palabra, es un droga milagrosa.
Abrazar es lo más natural, es orgánico, dulce, no lleva pesticidas ni colorantes ni conservantes... Es sano cien por cien.
Abrazar es práticamente perfecto. No tiene partes mecánicas ni pilas que se gasten, ni exige chequeos periódicos, es de bajo consumo energético, alto rendimiento, no exige pagos mensuales, no engorda, está a prueba de robos, no contamina, no paga impuestos y por supuesto, es totalmente reciclable...
El abrazo es genial y milagroso. Está al alcance de todos y sólo hay que ponerlo en práctica. Además si abrazas es fácil que te abracen con lo cual no sólo nos mantenemos sanos nosotros sino también a los que nos rodean.
Abraza cada día a quien quieras, a quien tengas al lado, a quien sientas que lo necesita... Abraza con ternura, con entusiasmo, con pasión...¡ Empieza ya!! No lo dejes para mañana.
Sus efectos son casi inmediatos.
Ya me dirás,
Lola Rodríguez.
Psicóloga Sanitaria