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Celos y móvil.Infidelidad virtual.

Los tiempos cambian. Esto es inevitable. Y con ello cambiamos las personas. Lo que sí es incuestionable es que el ritmo de cambios es tan rápido que sencillamente, cuesta adaptarse. Las nuevas tecno

logías y sus avances vertiginosos están revolucionando el mundo. Tanto en el ámbito individual como laboral, social, educativo...y como no, también en las relaciones de pareja.

Vengo viendo en la terapia de pareja cada día y cada vez más, cómo inciden los móviles( whatsapp, redes sociales...) en el devenir de la relación. El móvíl empieza a ser una prolongación de la mano de cada uno.

Igual que no te ves sin mano, no te ves sin móvil. Es más que una adicción. El beneficio inmediato que recibimos cada vez que nos llega un mensaje hace que segreguemos endorfinas, la hormona de la felicidad.

¡Así es que DEPENDENCIA asegurada!

La pareja con el tiempo entra en la rutina, enemigo contra el que hay que luchar siempre. A veces hay que aceptar que a lo largo del ciclo vital la relación va a ir cambiando. El móvil está tan socializado, aceptado y normalizado que en su uso todo vale. En una infidelidad física, nos puede generar culpa pero en un flirteo a través del móvil la culpa no aparece tanto. Racionalizamos de forma diferente lo que vendría a ser lo mismo.

El infiel virtual se dice a sí mismo, cosciente o incoscientemente:

-" Es sólo un juego" ,-" No hay ningún problema", -" Qué malo tiene un pequeño chute de alegría en mi vida si yo sigo queriendo a mi pareja",-" Esto no va a llegar a ninguna parte",-" En cualquier momento lo corto",

-" Como me siento sola ¿qué importancia tiene?"...

Este flirteo puede ser con alguien desconocido/a con el que hemos contactado a través de las redes sociales,o puede ser con alguien de nuestro entorno: compañero/a de trabajo, amigo/a, algún/a EX...

Lo que sí es cierto es que en muchos casos genera un enganche tan enorme que genera la necesidad de dar el paso al contacto físico. Esto puede costar más o menos porque aquí sí que tenemos que empezar a lidiar con la CULPA.

Cuando decidimos ver cara a cara al que ha estado tiempo al otro lado del teléfono, pueden pasar TRES cosas:

1- La DECEPCIÓN: Resulta que no es lo que habíamos idealizado a través de las ondas, con todo su morbo, erótica y disfrute. Puede que no nos guste su olor, su manera de hablar, su manera de vestir, una verruga en el labio superior... Enfin, cualquier cosa puede tirar por tierra meses de pasión y desenfreno... Esto nos lleva a no querer volver a verlo aunque la dependencia virtual sigua existiendo y al volver a casa sigamos mandando mensajes a esta persona ¡EN PERSONA NO PERO POR EL MÓVIL SÍ!!

2-AMOR Y PASIÓN: Puede pasar que sí haya química y pasemos a la acción, lidiando como se pueda con el sentimiento de culpablidad ¡INFIDELIDAD EN TODA REGLA!

3- OLVIDO: puede pasar que la CULPA nos machaque y nos demos media vuelta para casa.

Aquí a rogar que SEAMOS CAPACES de bloquear el contacto del otro con o sin las explicaciones oportunas ¡ NI EN PERSONA NI EN MOVIL! Se acabó lo que se daba. Aunque esto no es tan sencillo. Los días, meses, años de teléfono pueden tener mucho peso en esta decisión. Es bastante probable que sigamos durante tiempo, al otro lado del teléfono, manteniendo la relación hasta que caiga por su propio peso ¡Lo que no avanza, retrocede!

Esto es lo que vive el infiel.

En el mejor de los casos igual la pareja ni se entera de lo que hace su amorcito cada vez que pone sus ojos en la pantalla de su teléfono.

Es inevitable que en muchos casos esto afecte a la vida de pareja. Sobre todo si al otro le muerde la desconfianza con ese veneno casi siempre letal para la convivencia.

Es cierto que cada vez compartimos menos tiempo y espacio con la persona que antes teníamos siempre a nuestro lado. Esto va deteriorando la relación. Manejamos un universo virtual en la mano que nos mantiene en continua conexión con un mundo de personas, relaciones, noticias, información...¿Para qué necesitamos a nadie a nuestro lado que además de manejarnos, nos controla y nos empieza a hacer la vida imposible?

Un porcentaje muy elevado de parejas cae en la desconfianza por el uso excesivo del móvil del que hasta ahora, era nuestro compañero/a de viaje.

¿CONSECUENCIAS?

-Inseguridad en la pareja y en uno mismo

-Baja la autoestima

-Machaca la confianza en el otro. Se pierde la complicidad

-Genera Ansiedad, dolor y sufrimiento

- Deterioro de la comunicación. Aumentan las discusiones

-Alimenta la ira y la tristeza

-Provoca celos hasta rayar la obsesión.

-Paranoia y avalancha de pensamientos intrusivos

-Depresión

-Ruptura y separación

En fin, lo bueno de todo esto es que siempre, siempre, nos quedará el móvil.

Lola Rodríguez

Psicóloga

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