Buscar ayuda. El primer paso para triunfar

Ander entró en la consulta como si ya fuera su casa.

Se sentó rápidamente en el sillón e invitó a su madre a que se fuera y nos dejara sólos.

Era su espacio.

Ander eran un niño de 6 años avispado y listo a rabiar. Como no llegaba al suelo con los pies, bamboleaba las piernas como si estuviera bailando. Enfin. Un niño inquieto.

Esperamos a que su madre se fuera.

-Qué tal Ander???. Cómo va el miedo a dormir sólo por la noche???.

Esta era la segunda sesión.

Me miró con una sonrisa de oreja a oreja y gesto de ganador.

- Muy bien. Lola. No tengo miedo. Lo he metido en la cajita que hice contigo y en el armario está. No he necesitado sacarlo ni nada. Alguna noche he estado a punto de sacarlo. Pero.... no lo he hecho.

Ya no voy a la cama de mis padres por la noche.

- Andeeeer. Eres un valiente!! Y muy listo!! Sabes? Has podido ganarle a ese cabezahueca del miedo a la oscuridad.

Felicidades!!!!. Guaaauuuuuu.

Me levanté del sillón y le hice un gesto de triunfo.

- Sii. Y no me levanto de la cama, duermo bien.

Hoy quería decirte otra cosa Lola. Algo que me preocupa. Por eso le he pedido a mi mamá que me traiga donde ti.

Todo esto me lo decía haciendo casi piruetas en el sillón...

Yo me lo hubiera comido a besos literalmente.

Pero mantuve las formas. No era cuestión.

Simplemente le choque las manos.

El siguió...

- Pues que me enfado mucho Lola. Y rompo alguna cosita, pequeña...