La.monotonia en la relación Caso real
Marina entró en la consulta con rapidez..
Se quitó el abrigo y lo colgó como si lo hubiera hecho toda la vida.
Se sentó en la butaca y mirando por la ventana sin apenas reparar en mi persona, me dijo de forma acelerada:
- Nunca he estado en un psicólogo y no sé ni que contarte. No quiero llorar( estaba llorando) pero estoy fatal. Fatal. Vamos que no quiero vivir más. Que así yo no quiero vivir. Cogió 5 pañuelos de papel de una tirada y se sonó los mocos.
Yo la dejé hablar aprovechando que no sabía qué contarme.
Ella, de 45 años, morena, guapa, delgada, con media melena rizada y los gestos exagerados, Era un espectáculo solo mirarla.
- No quiero vivir así. Soy invisible. Mi marido ni me mira, ni me habla... entonces giró la cabeza para mirarme, y añadió muy seria:
-Sexo nada. ¡Nada es nada, claro! Hace ya mucho tiempo. Y... oye yo... todavía me apetece...Algo.. no mucho. Pero algo sí. Pero no con él, claro... con él no quiero nada...
Entonces intervine.
- Buenos días Marina. Encantada de tenerte aquí. Ella me devolvió una leve sonrisa un poco apurada porque se había saltado el saludo.
-¿Y se puede saber qué haces con él?
Ella me miró de reojo porque seguía mirando por el ventanal, aunque creo que no veía más allá del cristal.
- Pues es que esto es muy triste. Muy triste.
Con dos niños... y se me ha ido la alegría.
-Ya. ¿Pero por qué sigues con él?.
- Es que romper una familia no es algo fácil. Los niños por ahí, de una casa a otra... Eso es una barbaridad. No quiero eso.
-Ya. Entiendo. Y qué quieres entonces Marina?
- No sé lo que quiero. No tengo ni idea.
Para eso estoy aquí. Para que tu me digas que hacer.
- Marina. No echo las cartas. Igual una pitonisa te vendría mejor que yo...
Y entonces pasó del llanto a la carcajada...
-Hombre no quiero que me digas el futuro pero al menos me puedes decir qué hago con mi marido el mueble...
Ahora la que me reí fui yo.
- Cuéntame por qué es un mueble anda.
Y también que sientes teniendo un mueble por marido... Ah, y dime también qué crees que siente el mueble, si es que siente algo...
Ahí intuí que la sesión iba a ser muy larga...
L.R
Esta muy bien reconocerlo y aceptarlo.mi es cojio el síndrome de korsacot y está ingresado en un geriátrico con 58 años .